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El Nigromante es un personaje que basa su poder en la fuerza del veneno, las Maldiciones y la invocación de los poderes de la muerte. Para jugar como Nigromante, es importante que desde un principio decidas en qué rama te vas a especializar. Debes saber que si escoges perfeccionar tus habilidades con las Maldiciones, lograrás efectos como por ejemplo que los enemigos mueran inmediatamente al atacarte, o que tus enemigos se ataque entre ellos. También es necesario que te des cuenta de que estos efectos parecen geniales, pero que te costará mucho sudor y muchas muertes llegar a conseguirlos. Personalmente, pensamos que la mejor rama es la de Veneno y Hueso, pero por supuesto, todo depende en último momento de ti.

Para distribuir tus puntos de atributo, deberás hacerlo en función de la rama que hayas escogido. Si te centras principalmente en hechizos de Veneno y Hueso, o en Conjuros invocadores, invierte en Energía. Por el contrario, si tu personaje está orientado hacia la lucha cuerpo a cuerpo, entonces deberías colocar tus puntos en Fuerza y Vitalidad. De todos modos, independientemente del tipo de Nigromante que decidas ser, ciertas habilidades, como un Golem de Sangre (invocación), la Explosión de Cadáveres (veneno y hueso) o la Doncella de Hierro (maldición), siempre deberías tenerlas a mano, porque son muy útiles. Para obtener más información acerca de cada una, consulta su sección correspondiente
Maldiciendo a tus rivales

La rama de las maldiciones es, como ya hemos mencionado antes, muy dura, y generalmente la suelen ejercitar aquellos jugadores que se van a dedicar al juego en la red. De todos modos, existen muchos casos de Nigromantes especializados en maldiciones que juegan partidas para un solo jugador. La primera maldición a la que tendrás acceso es Aumento de Daños. Con ella, cualquier daño que inflingas a un enemigo se verá multiplicado. Más tarde podrás utilizar Visión Borrosa, pero es preferible que dediques puntos a Aumento de Daños, dejando un poco de lado Visión Borrosa, la cual apenas tiene utilidad práctica. La siguiente maldición es Debilitante. Esta maldición debería ser olvidada por cualquier jugador que se especialice en Maldiciones, por el simple hecho de que un Nigromante de estas características utilizará principalmente la siguiente Maldición de la lista: Doncella de Hierro, con la cual el daño que tus enemigos te hagan les será devuelto, dependiendo del nivel, multiplicado o dividido. Por ello, si lanzamos Debilitante sobre un enemigo y acto seguido le maldecimos con Doncella de Hierro, lo único que hacemos es reducir el daño que nuestro enemigo va a recibir.

Para utilizar la Doncella de Hierro, una buena técnica sería combinarla con Prisión Ósea. Lanza una Doncella de Hierro a un enemigo y atrápale en una Prisión Ósea. Mientras la destruye, irá perdiendo vida. Si una vez se haya liberado de la prisión invocas otra más, entonces perderá más vida aún. Repite este proceso hasta que tus enemigos mueran. Terror y confusión son dos maldiciones que apenas tienen repercusión en el juego, porque lo que nos interesa es que los enemigos no huyan, sino que traten de alcanzarnos (si no, ¿para qué maldecirlos con Doncella de Hierro?). Grifo de la vida puede resultar útil, aunque gracias a Doncella de Hierro la mayoría de tus enemigos morirán antes de tocarte siquiera. La siguiente maldición sí es realmente útil a la hora de combinarla con Doncella de Hierro. La Maldición es Atracción. Imagínate un grupo de enemigos maldecidos con Doncella de Hierro y luchando entre sí: ¿prometedor, verdad? Pues gracias a Atracción puedes hacer que esto se haga realidad. La Atracción logra que los enemigos se ataquen entre sí, por lo que dejarán de lanzarte ataques todo el rato. Las dos últimas maldiciones, Decrepitud y Reducción de Resistencia, no son demasiado efectivas, a menos que juguemos en multijugador, donde la última puede ser de gran ayuda para el grupo.

Por el camino de la invocación

Los Conjuros de Invocación vendrán a los jugadores más pasivos como anillo al dedo. Con ellos, podrás crear hordas (cuado decimos hordas nos referimos a llegar a tener alrededor de 15 acompañantes en pantalla) de muertos vivientes y de resucitados, además de algún golem. Cuando decides ir por el camino de la invocación, el primer conjuro al que accedes es a Resurrección de Esqueletos. En el primer nivel, invocarás un esqueleto guerrero que entrará en todos los combates cuerpo a cuerpo que pueda. Si tienes idea de controlar esqueletos, lo cual no resulta demasiado productivo, una característica básica que has de dominar es el Dominio de Esqueletos. Gracias a esta Habilidad, la vida, resistencia y demás cualidades de los esqueletos y los magos esqueléticos aumentarán. A medida que avances, te llegará la oportunidad de hacerte con un golem, no la desaproveches. Empezarás por el Golem de Arcilla, un personaje fiel y belicoso que, al igual que los esqueletos, no dudará en lanzarse a la lucha. Los golems constituirán buena parte de tu ataque en el futuro, por lo que es casi obligatorio que destines puntos de experiencia a Dominio del Golem, con el cual todos tus golems ganarán vida, fuerza, defensa, etc. Destina un punto de habilidad al Golem de Arcilla y después céntrate en el Dominio del Golem.

 

Cuando hayas aumentado tus poderes, llegará el momento de cambiar de golem, y sustituir el de arcilla por el Golem de Sangre, el golem que, junto al de fuego, más vas a utilizar en todo el juego. La técnica a seguir con este golem es la siguiente: cuando tu golem ataque a un enemigo, tú deberás atacar al mismo monstruo en combate cuerpo a cuerpo. De este modo, el monstruo se girará y comenzará a golpearte a ti. Mientras tanto, el golem de sangre estará hiriendo a tu oponente y le robará vida que te dará a ti. El siguiente golem, el de hierro, es mas bien inútil, y únicamente te servirá para deshacerte de objetos que ya no vayas a utilizar. Cierto es que el golem obtendrá las características del objeto, pero al menos nosotros no vamos a sacrificar nuestra mejor espada para crear un golem al que pueden matar pronto. De todos modos, tú decides qué quieres hacer. El último golem que encontramos es el Golem de Fuego, el cual es únicamente recomendable utilizar en el Infierno, debido a que es con el fuego con lo que este engendro gana vidas. Mientras tanto, antes de llegar al cuarto acto, sería recomendable que utilizases el golem de sangre. Pero con todos estos golems, al igual que con el de arcilla, lo que hay que hacer es dedicar un único punto al golem en sí, y el resto invertirlos en Dominio del Golem. Para finalizar el repaso por la lista de Conjuros invocadores, únicamente nos resta analizar Resurrección. Qué decir de esta habilidad que no imagines ya. Es la más poderosa, y gracias a ella serás capaz de hacer que los grandes enemigos muertos luchen a tu lado, ya sean campeones, enemigos únicos o típicos, a cualquiera a quien mates podrás hacer que se levante de su tumba t te ayude en tu causa. El principal problema con los seres invocados es que pueden ocasionarte problemas a la hora de moverte, en especial por los túneles. Si no puedes moverte a causa de un atasco de personajes, utiliza la opción para desconvocar a los invocados, y vuelve a levantar a otro grupo después.


Finalmente, el veneno y el hueso

Ya únicamente nos queda analizar la última rama del árbol de habilidades. Al principio, únicamente podrás disponer de Dientes, un Hechizo que resulta especialmente útil contra los caídos que se encuentran en el primer acto. La Armadura Ósea es un Conjuro que deberás investigar y potenciar tanto como puedas, pues absorberá gran parte del daño que recibas. Pero el Conjuro que más vas a utilizar alo largo del juego, sin lugar a dudas, es la Explosión de Cadáveres. Tan pronto como puedas, aumenta esta habilidad de nivel. Destina todos los puntos de Habilidad que puedas, dejando de lado otros hechizo, como daga venenosa, algo que apenas vas a utilizar, dado que más adelante tu arma principal será, junto a la Explosión de Cadáveres, la Lanza Ósea. Las habilidades relacionadas con veneno no son demasiado efectivas: Explosión Venenosa y Veneno Nova son hechizos que utilizarás un par de veces en el juego, y es posible que únicamente por ver el efecto gráfico que se le ha asignado. Igualmente, el Muro de Hueso será algo que tampoco utilizarás demasiado. Como ya hemos dicho antes, la Lanza Ósea se convertirá en indispensable al conseguirla, y la Prisión Ósea te servirá mucho combinada con la Maldición Doncella de Hierro (te lo explicamos en el apartado Maldiciendo a tus Rivales). El Espíritu de Hueso es un hechizo que sirve para tener un compañero junto a nosotros que busca automáticamente a les enemigos y les resta vida. Aparte de ello, este hechizo carece de alguna otra posibilidad.