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El Druida es el
segundo de los dos personajes que se han incluido en Lord of Destruction. Este
personaje podría ser considerado, en cierto modo, el "Nigromante de lo
vivo" por su habilidad para invocar Osos, Cuervos y Lobos, además de que
posee un cierto control sobre las fuerzas de la naturaleza. Finalmente, es capaz
de mutar su forma y convertirse en un animal. Dado que este personaje es muy
parecido al Nigromante, el reparto de puntos debería ser muy similar: básicamente
dedica tus puntos a Energía, Fuerza y Vitalidad, dejando de lado l Convocando a los elementos El primer grupo de habilidades del Druida se centra en el manejo de dos elementos: el fuego y el viento, este último incluido en la expansión. Los conjuros Elementales son poderosos, pero tienen un inconveniente, y es que a medida que avancemos en el juego y nos acerquemos al final, los enemigos tendrán más resistencia elemental, por lo que en los últimos compases de nuestra aventura podríamos llegar a pasarlo mal. Sin embargo, como para cuando llegues a estas alturas, tu nivel habrá aumentado considerablemente, es posible que este problema se resuelva, al menos en parte. Una habilidad bastante buena de esta rama del árbol de habilidades es Roca Líquida, que arroja una enorme bola de fuego rodando por el escenario. Cualquier enemigo que se cruce en su camino resultará herido a causa del aplastamiento de la bola, la cual explotará al final de su recorrido. Si tienes la suerte de que esa explosión se produce cerca de un enemigo, el daño que éste recibirá a causa de la desintegración de la bola será bastante elevado. Después está Fisura, que dado que es una habilidad que hace aparecer fisuras por el escenario, únicamente es recomendable cuando el número de enemigos en pantalla es muy elevado. El Volcán es más poderoso, pero no alcanza el poder que puede desplegar un Armagedón bien convocado.Por otro lado, los Elementales de aire tienen una gran habilidad, que es Armadura de Ciclón. Gracias a ella, podremos absorber todo el daño que se nos haga por Fuego, Frío o Relámpagos. De las tres, la que más nos va a valer va a ser la defensa de Fuego, especialmente en el infierno cuando luchemos contra Diablo. El Torbellino y el Tornado también son buenas habilidades, especialmente cuando los enemigos comienzan a llenar la pantalla, pero no pueden acercarse a la furia devastadora de un Huracán, con el que causaremos los mayores estragos. El máximo problema de las habilidades de aire, como el Torbellino, es que no podemos escoger el rumbo o la dirección que van a tomar, por lo que su utilización deberá de verse en muchas ocasiones restringida a la espera de una gran aglomeración de enemigos. Además, a causa de ello, en muchas ocasiones es preferible invocar un Tornado a la espalda de un enemigo que sobre él, ya que así puede tener incluso más posibilidades de atraparle. Invocando ![]() La tercera rama: Forma Cambiante El Druida posee una fantástica habilidad que le permite cambiar de forma cuando lo desee, pudiendo transformarse en un lobo o en un oso. Tanto el Hombre Lobo como el Hombre Oso son seres poderosos, deberás aprender a sacar lo mejor de ellos. El Hombre Lobo gana en velocidad y resistencia, pero no puede comprarse en fuerza a un Hombre Oso. Por ello, utiliza a cada uno de ellos dependiendo de las situaciones: el Hombre Lobo resulta útil contra grandes grupos de enemigos poco poderosos como por ejemplo, los Fetiches de las Junglas de Kurast, y al hombre Oso, más fuerte pero también más lento, contra enemigos más fuertes, como las Moles Espinosas, también de Kurast. Por otro lado, una habilidad que debes desarrollar mucho es la Licantropía. De este modo, podrás mantenerte más tiempo en la forma que escojas. En cuanto al resto de habilidades de este árbol, hay algunas que apenas vas a necesitar, entre ellas la Rabia, por motivos ya conocidos: poco a poco, los enemigos se hacen más resistentes al veneno, que acaba siendo prácticamente inservible, o la Onda de Choque, la cual tampoco es lo suficientemente poderosa como para justificar una inversión en ella. La Cólera Salvaje no es mala, pero sin duda es bastante inferior a Furia, que hace mucho más daño a muchos más enemigos. Para la forma de oso, Destrozar se convertirá en un ataque muy útil, especial para hacer gran cantidad de daño en poco tiempo. Por último, están las habilidades compartidas por ambas formas. La primera, Garras de Fuego, no es demasiado espectacular o efectivo, pero puede llegar a merecer tu atención. La que verdaderamente destaca es Hambre, gracias a la cual restaurarás vida y maná con cada ataque que logres hacer al enemigo. Es una habilidad que permitirá que, si la entrenas, en el futuro no dependas de pociones de vida o de maná. |
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