1.1.-
LA PLANTA.
El cáñamo es una planta herbácea, angiosperma,
dicotiledónea del orden de las urticales y de la familia de las
canabaceas.
La marihuana y el cáñamo son la misma planta, la
``cannabis sativa", existiendo múltiples variedades.
La diferencia estriba en la cantidad de resina y su contenido de
THC, tamaño y número de cogollos, forma de las
hojas, altura de la planta, aroma, origen, etc.
El THC o tetrahidrocanabidol es una substancia psicotrópica que
se halla presente en la resina. Cuanto mayor sea el
porcentaje de dicha substancia presente en la marihuana, de
mejor calidad será esta. La resina además del THC también
contiene otras substancias muy similares al THC, pero no
psicoactivas que son el Cannabidiol (CBD) y el Cannabinol
(CBN). Estas substancias parecen ser las que determinan el
olor y el sabor de la resina. El cáñamo común contiene
gran cantidad de estas substancias
en sus flores, pero un bajo contenido de THC, a
veces inpreciable.
La sativa común presenta mas contenido de THC cuanto más
tropical sea su cultivo, o dicho de otro modo tiende a cañamizarse
cuanto más se aleje del trópico, siempre en
condiciones naturales. En África se encuentran sativas de
gran potencia, así como en el Caribe y América latina.
La variedad Indica de la C. sativa crece en Asia, son
plantas más bajas muy ramificadas con grandes cogollos muy
resinosos. Las sativas comunes tropicales crecen más espigadas y
con cogollos de menor tamaño, su
subida es más cerebral y más rápida. La variedad
Ruderalis crece en el norte de Europa y presenta cantidades
variables de THC al igual que algunos cáñamos. Al
plantar una semilla tropical en nuestro clima, si las
condiciones le son favorables, puede mantener el
vigor, pero a lo largo de generaciones tendería a cañamizarse.
1.2.-
GERMINACIÓN.
Se ha hablado mucho sobre la germinación de semillas en general,
relacionando este hecho con las fases lunares. Hay quién dice que
es mejor plantar en luna nueva y otros dicen que es mejor hacerlo
cuando está llena.
No está demostrada la influencia de la luna al germinar una
semilla en el interior. Lo que si se sabe es que las semillas son
delicadas y les puede afectar tanto la excesiva humedad,
como la falta de agua. El hecho de que el medio esté tibio
ayudará a la germinación. Venden mallas eléctricas construidas
para tal fin, también se utilizan yogurteras eléctricas
con muy buenos resultados. Si se utilizan fluorescentes se
pueden instalar los cebadores en la parte inferior de la cubeta
para que proporcionen el calor justo. Se debe insistir en el
hecho de que las semillas
deben ser de calidad garantizada y adaptadas a interiores, pues el
trabajo que se mplea y el dinero invertido es el mismo para
una semilla mala que para una de buena, mientras que los
resultados son bien distintos.
Las semillas buenas son de colores diversos según el origen de la
planta, pero suelen ser atigradas y no forzosamente de gran tamaño.
Las semillas de cáñamo o cañamones, de los que se
dan a los pájaros son más grandes que las de marihuana
aunque de igual forma. Las semillas que no han madurado bien
tienen un tono verdoso y suelen romperse con una ligera presión
de los dedos, no se puede asegurar que el código genético
quede intacto si la semilla no ha madurado lo
suficiente en la planta, cuando eso sucede, la semilla si resiste
una ligera presión y adquiere un tono tostado. Las semillas
de compra no tienen una garantía absoluta, pues se
trata de material vivo, , pero si que están bien maduradas y
tienen denominación de origen. Absolutamente recomendadas. En
Amsterdam se pueden encontrar en muchos sitios, el más legal
aunque probablemente el de mayor precio, aunque también el de
mayor garantía es el anteriormente mencionado, sino también
se puede contactar con un tal Wernard, de Positronics, es
plantador, vende material, semillas y es un gran entendido
en el tema.
Se pueden enterrar las semillas directamente en la tierra,
regar a continuación y esperar que salgan. Este sistema dependerá
demasiado de la suerte. Se recomienda poner las semillas en
un vaso de agua tibia (añadir unas gotas de lejía -cloro-
para evitar que se pudra el agua). Al cabo de un día las semillas
se hundirán, las que no lo hagan seguramente no germinarán.
Al cabo de unos días las semillas sanas se abrirán y dejarán
asomar una punta blanca, la raíz. No conviene dejar
asomar mucho la raíz. En ese momento conviene enterrarlas a 1-1'5
cm. de profundidad y cubrirlas suavemente con un poco de
tierra, regar a continuación pero nunca demasiado. El punto
exacto de agua sería mantener el medio húmedo pero no
mojado, quizás un sistema de goteo podría ser un buen sistema si
se le pilla bien el punto. Otra forma de provocar que se abran y
asome la raíz sería poner las semillas sobre una
servilleta de papel en un plato, colocar otra servilleta
encima y regar suavemente por encima, mantener húmedo. No será
necesario que tengan luz hasta que no broten. En ese
momento, será indispensable.
Nunca se debe dejar encharcar el medio, se pudrirían, al igual
que no es conveniente que el medio sea demasiado poroso ni
demasiado abonado. Un buen medio sería substrato mezclado
con lava o perlita. Se puede germinar en la maceta definitiva si
se desea, ahorra trabajo, pero quizás se necesite excedente
de semillas, pues sería conveniente poner más de una por
tiesto para asegurar el éxito y luego dejar la que sale con más
vigor, con lo que probablemente tendríamos que sacrificar
alguna por falta de espacio. Lo más adecuado son los potes de
turba degradables(Jiffy pots), se colocan directamente en el
recipiente definitivo en cuanto las raíces asoman por sus
paredes. Son muy prácticos, pero también se pueden
utilizar pequeños tiestos de plásticos provistos de agujeros de
drenaje. Si se hacen germinar todas en un tiesto se pueden
transplantar con una cuchara sopera procurando llevarse el
mayor volumen de medio posible sin que afecte a la recién
brotada semilla, aunque es fácil romper alguna raíz y no se
puede asegurar el éxito del transplante por más cuidado
conque sea hecho
No se puede saber el sexo de una planta hasta que no aparecen
flores, cosa que ocurre cuando el proceso ya está avanzado. La
revista HIGH TIMES, especializada en el tema, aparte de ser una
publicación interesantísima, anuncia unos Kits para sexar
las plantas de bien jóvenes con una muestra de tejido. Aseguran
un resultado fidedigno, aunque el precio es algo elevado. Si no se
dispone de dicha tecnología de última aparición y dado que no
podemos sexar las semillas ni los brotes a simple vista, es
conveniente plantar más plantas de las previstas para obtener el
número de hembras que se desea cultivar. La proporción de
machos y hembras es de 1: 1, las buenas condiciones pueden
favorecer la germinación de un mayor número de hembras y si las
condiciones son malas tendremos más machos. El sexo ya viene
determinado en el código genético de la semilla, pero los
factores que permiten su germinación son a veces un misterio,
parece que una semilla sepa si tiene otra plantada al lado.
Las semillas pueden ser plantadas nada más ser recogidas. También
se pueden conservar durante mucho tiempo, incluso años,
pero deben envasarse bien secas y a salvo de la luz o de
fuentes de calor, si es posible al vacío. La edad afectará a la
germinación, haciéndolo menor número de ellas, así como pueden
experimentar una pérdida de vigor y probablemente también
de potencia si son muy viejas o no han sido bien conservadas.
La hierba que se vende en los cofee-shops holandeses, contiene
alguna semilla, pero parecen estar esterilizadas, dado que no
suelen germinar o nacen bordes, no seria ilógico si pensamos que
las comercializan aparte.
1.3.-
FASE DE CRECIMIENTO VEGETATIVO.
Dado que bajo una luz de sodio de 400W. se pueden cultivar un número
aproximado de 16 hembras, y nosotros al comenzar el proceso no
sabemos que número de ellas tendremos, será conveniente
plantar casi el doble de plantas aunque tengamos que
utilizar recipientes más pequeños por falta de espacio,
siempre se podrán trasplantar a recipientes mayores las hembras
una vez retirados los machos. (Se podrá reutilizar el medio de
los machos añadiéndole algo más de substancia, nos evitará
comprar más tierra).
Como se verá más adelante, sólo plantaremos el doble de plantas
la primera vez. Aunque en el peor de los casos sólo obtengamos
una hembra, ya podremos continuar el proceso por medio de la
clonación.
La clonación es una técnica que consiste en cortar trozos de
rama de una planta madre(esquejes o clones) y provocar mediante un
proceso que desarrollen una raíz, obteniendo de cada
trocito de la planta madre una nueva planta de igual genética,
evitándonos así el hecho de plantar semillas si no es
ocasionalmente y con intención de encontrar una nueva
y mejor planta madre <ver clonación>.
Una vez han brotado las semillas son puestas en los tiestos
definitivos bajo un régimen de un mínimo de 18 horas de luz.
Este régimen puede ser continuo(24 horas de luz). En
la primera fase sería conveniente usar un montaje de luz
fluorescente (color 33) o alejarlos más de lo normal de la luz de
sodio, aunque eso provocará que se espiguen excesivamente. Se
recomienda iniciar el proceso con el montaje de dos o tres
tubos fluorescentes de 120 cm. (que luego nos servirá para
la fase de clonación) y aguantar con los potes de turba
degradables hasta que los brotes midan unos centímetros
(5-10 cm. ) y luego trasplantarlos a las macetas definitivas bajo
la luz de sodio. Así al evitar el espigamiento que produce la luz
de sodio ganamos unos centímetros vitales.
Si los brotes se espigan mucho puede que necesiten un apoyo tipo
alambre o similar para que se aguanten derechos.
Es conveniente que reciban el régimen continuo de luz (o un mínimo
de 18 horas) desde el momento en que brotan, incluso es mejor
poner los potes de turba o similar bajo la luz nada mas enterrar
la semilla pues la falta de luz podría provocar excesiva
humedad y facilitar la formación de hongos.
Una vez están las plantas a 24 horas de luz en los recipientes
definitivos las haremos crecer hasta una altura de entre 20 cm. la
más baja y 38 cm. la más alta.
El riego se hará según las necesidades y condiciones del
ambiente creado. Dado que la mezcla está suficientemente nutrida
no será aconsejable abonar hasta que tengan una buena
altura y puede que no sea necesario pues si la mezcla está bien
hecha, soportará toda esta primera fase del proceso. Sólo se
debe abonar si se observa que las plantas palidecen o
pierden vigor.
Hemos de pensar que para que las plantas tengan la altura deseada,
pasará alrededor de un mes, y que si plantamos especies
variadas tendremos patrones de crecimiento distintos con lo
que se nos pueden desequilibrar los limites. Esto nos obligará a
torcer o cortar las puntas de las que se disparen en altura a la
espera de que las pequeñas tengan la altura idónea.
No es necesario durante esta fase del proceso mas cuidados que el
suministro de agua, la vigilancia de la altura de las luces y el
giro las plantas sobre sí mismas periódicamente así como
la sucesiva colocación de las que más crecen en los lados.
Conviene que el jardín sea lo más uniforme posible. Cuando todas
las plantas tengan las alturas deseadas (20-38 cm. ), será el
momento de cambiar el régimen de luz (12 horas de luz-12
horas de oscuridad) lo que las forzará a florecer. Se deben
cortar esquejes antes de pasar a la fase de floración si se desea
perpetuar el sistema. (Ver clonación).
El simple hecho de conectar la luz a un temporizador a 12 horas
provocará la fase de floración. Será muy importante que el
periodo nocturno sea totalmente oscuro, por lo que se tendrá
que comprobar que no haya rendijas por las que se cuele la
luz desde el exterior si esta existiera.
El uso de ventiladores, primordial durante el crecimiento, no será
necesario durante la noche a no ser que la humedad sea excesiva.
Tampoco es aconsejable conectar el ventilador interior hasta que
los brotes no midan unos centímetros (o no enfocarlo
directamente). Los extractores que aportan aire fresco y extraen
el olor, deben funcionar siempre que las luces estén encendidas y
a libre elección durante la noche.
1.4.-
SEXACIÓN.
Las plantas dan lugar a unas pequeñas flores que aparecen pegadas
al tallo principal en los nudos, justo al lado de
donde brotan las nuevas ramas y donde están adheridas las
grandes hojas. Las primeras flores suelen aparecer alrededor del
octavo o noveno nudo desde la base, cuando la planta ya ha formado
doce o más nudos. (Esto puede variar ligeramente según la
especie). Estas flores prematuras pueden aparecer incluso en
el periodo de crecimiento antes de forzar la floración.
Dado que no están bien formadas aún, son difíciles de sexar.
Cuando se desarrollen, las sexaremos. Las flores de la marihuana
son apétalas. Las hembras, como se ha dicho, forman una
flor formada por un cáliz de color verde (calyx) de la que
nace un filamento blanco que al formarse se abre en dos pistilos
que forman una ``v", que apunta hacia arriba. Las
flores nacen adheridas al tallo. Algunas especies presentan los
pistilos de color violeta. Cada cáliz está cubierto de glándulas
de resina, al igual que los pequeños brotes. Las flores crecen
tan juntas que forman cogollos cubiertos de pelos
blancos(pistilos). La punta de la planta da lugar a la
``cola", palabra castellana con la que en América denominan
al conjunto de cogollos que al crecer tan juntos llegan a formar
uno muy grande y alargado con forma de cola(el mayor cogollo
y de más calidad). Las puntas de las ramas rincipales también
forman colas pero de menor tamaño. Las hembras suelen ser más
bajas y espesas. (Más ramificadas). A veces presentan un
abultamiento en la base de las ramas, por donde estas se adhieren
al tallo principal, antes de presentar flores. De todas
formas solo la aparición de dichas flores nos asegurará la
sexación. Cuando los cogollos están considerablemente formados,
y aún no presentan ningún hilillo de color marrón, seria
un buen momento para polinizar alguno de ellos con el
objeto de obtener semillas. Para ello, hace falta que un poco
de polen de un macho entre en contacto con el pistilo de la
hembra. Ver polinización.
Los machos, presentan unas flores, que prematuramente tienen el
aspecto de dos bolitas verdes adheridas al nudo. Al formarse
acaban colgando de un pequeño tallo y adquieren un tono más
amarillento los cuales parecen diminutos melones, pues se
advierten franjas más verdosas. Dichas bolas se abren en cuatro sépalos
de los que cuelgan cuatro estambres amarillos como minúsculos
plátanos. Estos están cargados de polen. El polen no tardará
mucho en liberarse una vez la flor se haya abierto. Los
machos forman racimos de bolitas que cuelgan hacia abajo. El polen
es un polvo amarillo o blanquecino finísimo y flota en el
ambiente, lo que hace que se propague con facilidad. Se deben
apartar los machos de las hembras en cuanto se identifiquen
las flores y antes de que estas se abran. Unas pocas flores pueden
polinizar un ``indoor" entero. Los machos suelen ser
sacrificados aunque se pueden dejar madurar junto a una
ventana o en un jardín, siempre que se encuentren alejados de
nuestro sistema.
1.5.-
POLINIZACIÓN.
La forma más segura de recolectar polen es introduciendo la punta
de crecimiento del macho más bonito (elegido como semental)en un
sobre de papel blanco o transparente. Sellaremos el sobre al tallo
con cinta adhesiva y cortaremos las puntas de crecimiento de las
ramas libres, dejando las grandes hojas para mantenerlo vivo y
quitando cualquier flor que crezca fuera del sobre. Cuando las
flores se abren y el polen liberado es visible por transparencia o
a trasluz, se corta al macho por su base y se cuelga unos
dias para que libere todo el polen. Para polinizar
depositaremos un poco de polen en una bolsa de celofán (como la
de un paquete de cigarrillos) e introduciremos un cogollo de la
punta de una de las ramas de la zona media de la planta en dicha
bolsa vigilando no dañarlo. No deben estar conectados los
ventiladores en este momento. Sellaremos la bolsa con cinta
adhesiva y la moveremos para que se adhiera bien el polen. Se debe
retirar la bolsa al día siguiente y esperar a que las semillas se
formen y maduren en la planta.
Cuando están a punto, el cáliz se abre dejando ver la semilla ya
tostada. La polinización de uno o varios cogollos no afecta a la
calidad de ``sinsemilla" del resto de la planta. No conviene
polinizar la punta.
1.6.-
HERMAFRODITISMO.
Existen variedades de marihuana en el sudeste asiático, sobre
todo en Tailandia que son hermafroditas. Dada la poca diferencia
entre invierno y verano en climas tan tropicales, estas
variedades florecen todo el año. En sí son hembras capaces de
producir algunas flores masculinas con las que polinizarse a sí
mismas y a sus vecinas.
En condiciones de estrés puede aparecer hermafroditismo en
plantas de ambos sexos. Los machos que son sacados de un sistema
en el que tenían condiciones idóneas, y son trasladados a
una ventana en invierno, suelen formar alguna flor femenina
que al ser polinizada suele dar una semilla borde. No se les puede
considerar aptos a efectos de consumo, no dejan de ser machos con
unas pocas flores del otro sexo.
Es muy común que al aplicar la técnica ``sinsemilla" de
retirar los machos, las hembras aparte de crear flores como locas,
para captar el polen que no está, parecen defenderse
formando flores masculinas, generalmente son muy pocas y son difíciles
de ver. Esa es la causa de que se encuentre alguna semilla
ocasionalmente en algunos cogollos, o plantas, sin que haya habido
ningún macho. Estas plantas son hembras pues su porcentaje de
hermafroditismo, es mínimo. Si las flores masculinas son escasas,
retíralas con unas pinzas, si son numerosas y la planta es
realmente ambigua, puede servir para el consumo o producción de
semillas pero es aconsejable apartarla de las otras hembras. Unas
pocas semillas en un cogollo tampoco afectan a la calidad de
``sinsemilla".
Algunos autores sostienen que las semillas creadas a partir de
polen de hembras-hermafroditas, dan lugar a hembras puras y
hembras-hermafroditas, sustituyendo estas a los machos. Es
fantástico pensar que estas semillas no den machos, pero está
por ver si todas darán lugar a plantas resinosas y vigorosas, no
bastando la condición de hembra para ser de calidad. Si las
plantas obtenidas son de calidad puede ser interesante, aunque
algunos no son partidarios de cultivar este tipo de plantas.
1.7.-
FASE DE FLORACIÓN.
Una vez bajo el régimen de dia=noche, las plantas experimentan un
cambio en la química interna que provoca otro tipo de
crecimiento, la formación de flores.
Es importante que el régimen sea estricto y que la noche sea
cerrada, la polución de luz durante la noche afecta a la formación
de flores. Un periodo diurno más largo provocaría confusión
evitando la floración y uno más corto puede acelerar el
proceso pero consiguiendo una menor producción. El régimen ideal
es el aconsejado. Las plantas a los 7-14 días de esta fase
dan lugar a la formación de las primeras flores. Durante estas
dos primeras semanas experimentan un
estiramiento de hasta más del doble de su altura inicial, a la
vez que el crecimiento vegetativo de grandes hojas se
detiene. Con la aparición de dichas flores podremos sexar las
plantas. (Ver sexación). Una vez determinado el sexo apartaremos
los machos del sistema lo que permitirá a las hembras restantes
disponer de mas espacio. Los machos pueden ser utilizados para
fabricar polen con el que obtener nuevas semillas. (Ver
sexación). Las hembras crearán flores de forma continuada
llegando a formar grandes cogollos. Al pasar a floración,
conviene abonar con un abono para tal fin, pero siempre utilizando
como máximo medias dosis, y no mas de una vez a la semana.
Esto estimulará la producción de flores. Por lo general
los machos se delatan antes que las hembras. Si las flores no han
aparecido a las dos semanas puede ser por que la noche no es
totalmente oscura, o por un exceso de nitrógeno, o falta de
fósforo, en este caso covendría un ligero abonado de
floración. El hecho de utilizar semillas que no sean de interior
también puede provocar floraciones tardías y estiramientos
incontrolados.
Una vez las hembras empiezan a florecer, no cesan de producir
flores que se agrupan en racimos, junto a las flores crecen hojas
tiernas de una sola punta desarrollada de distinta apariencia que
las que crecían en la fase anterior. Los cogollos se ven formados
por flores y brotes tiernos que pronto se verán recubiertos de
unas glándulas transparentes y diminutas que darán un aspecto
escarchado al conjunto. Las minúsculas gotas que brillan por la
luz, no contienen otra cosa que la preciada resina. Los cogollos
alcanzan un tamaño prácticamente definitivo a los treinta días
de la aparición de las primeras flores. Después empezarán a
madurar durante unas dos semanas más. El proceso de floración
dura entre 45 y 65 días según la especie y las condiciones
creadas. Las hembras tienen unas flores formadas por un calyx de
la que sale un pistilo formado por dos pelos blancos
en forma de ``v", que captan el polen que se deposita en el cáliz(calyx),
donde se formará la semilla. Cuando la planta es polinizada, la
energía se destina a la producción de semillas con lo que
el crecimiento de las flores y la producción de THC
se detiene. En el momento de la maduración los cálices se
cierran y los pistilos se empiezan a secar volviéndose
marrones o anaranjados. A su vez las glándulas de
resina se hinchan, y la planta ya parece totalmente cubierta de
escarcha, al pasar los dedos por los cogollos, se revientan
algunas glándulas que impregnan las yemas. Las resinas
tienen aromas diferentes según la especie, algunos muy
característicos.
A medida que avanza el proceso, las grandes hojas amarillean y
llegan a caerse,
eso es normal mientras los cogollos y brotes jóvenes conserven el
vigor y el verdor. Conviene sacar las hojas que se ponen
amarillas, pues hacen sombra. Nunca se deben arrancar las
hojas verdes, hemos de pensar que las hojas funcionan
a modo de placas solares captando la energía que la planta
necesita. Las hojas amarillas o estropeadas resultarán fáciles
de arrancar, simplemente empujando
hacia abajo y sin necesidad de dar grandes tirones. En el momento
en que madura una flor sin haber sido polinizada, los pistilos se
secan volviéndose marrones, y el cáliz se hincha y se
cierra como si albergase una semilla inexistente. Las glándulas
estarán completamente llenas y algunas empezarán a tener un
color ocre(cosa solo visible con una buena lente de
aumento). La observación es vital para determinar la maduración.
Cuando la mayoría de hilillos blancos (pistilos), se vuelven
marrones y el crecimiento de flores nuevas casi se ha
detenido, la planta ya está madura y lista para recoger. Si se
rebasase mucho el madurado, el contenido de THC se podría
ver degradado. Si la planta no fuese recogida acabaría muriendo.
El punto exacto de maduración lo establece el plantador según la
experiencia y también a base de probar pequeñas muestras
del producto antes de la colecta final, para ver si está ya
a punto, para ello basta con cortar algún cogollo cuando la
maduración es evidente, y decidir tras su catación si se espera
unos días más o no.
Las semillas de calidad especifican las características y
peculiaridades de cada planta, una de las más importantes
es la duración del periodo de floración. Las especies más
prematuras acaban el proceso en unas seis semanas. Las indicas
florecen con mayor rapidez y dan mayor cosecha en relación con su
baja estatura. Las sativas puras son difíciles de adaptar a
interiores.
Algunos plantadores empiezan la floración con un ciclo nocturno
de 10-12 horas y lo van incrementando de forma que las últimas
dos semanas está a 14-16 horas de oscuridad. De esta forma
aceleran la maduración, pero se consigue menor cosecha que
con el régimen estricto de dia=noche.
Se han hecho experimentos a base de someter las plantas a la luz
ultravioleta durante el periodo nocturno de floración,
observándose un incremento en la producción de resina. Si
la producción de resina es escasa más vale cambiar de
semilla o de planta madre que experimentar.
1.8.-
RECOGIDA Y SECADO.
Las plantas cuando maduran se cortan por su base, o se cortan las
ramas principales por separado. Algunos cortan primero las
colas de la punta principal y ramas principales y dejan que
el resto de la planta acabe de madurar.
Algunas especies responden bien a este proceso. También se puede
dejar algunas ramas medias y algo de vegetación y retornar la
planta a crecimiento a 24 horas de luz estimulándola con un
abonado alto en nitrógeno. Así podemos recuperar una planta para
hacer clones si estos fallaron, o seria un buen sistema de lograr
una segunda cosecha para montajes simples.
Las plantas serán despojadas de las hojas grandes que queden, y
se manicura con tijeras las puntas de las hojas medianas y pequeñas
que sobresalgan de los cogollos y que se aprecie que no están
recubiertas de glándulas de resina. Los cogollos tienen que ser
tratados con sumo cuidado, evitando tocarlos con los dedos, pues
reventaríamos glándulas de resina malogrando la buena
conservación de esta.
Maneja la planta por el tallo al hacerle la manicura. Se puede
poner a secar la planta entera ya manicurada, las ramas sueltas o
los cogollos ya separados. La resina que contienen las glándulas
solo se perderá si esta se rompe por un mal trato, por
tanto es absurdo colgar la planta por la raíz o hervir esta
como se hacia antaño.
Las plantas o las ramas pueden ser colgadas boca abajo si se
desea, pero también pueden secarse encima de una bandeja o
papel. No secar en bolsas de plástico ni en recipientes. No
amontonar las colas, o hacerlo lo menos posible, los cogollos se
chafan y la hierba tarda más en secarse. Lo importante es que el
secado sea hecho en un sitio a la sombra sin ninguna luz directa,
que sea ventilado y no muy seco para que el secado no sea
muy rápido y la hierba tenga una buena curación.
Si el sitio es muy seco o el secado es rápido, mediante
microondas o similar, la hierba quedará muy crujiente y
quebradiza y se desmenuzará en polvo, también afectará al sabor
y rascará la garganta al fumarla. Si por el contrario
el sitio es húmedo o mal ventilado, pueden aparecer hongos que
malograrán el producto, huele la hierba periódicamente para
detectar si se forman hongos. Si ya se han formado retira las
partes más atacadas y airea bien el resto, además de tener
un gusto pésimo, pueden malograr el THC e incluso no se puede
asegurar su no-toxicidad.
Una buena curación es imprescindible, y se desaconseja cualquier
método de secado rápido. También desaconsejamos los métodos
que se aconsejan en algunas publicaciones ya bsoletas, tales
como enterrar la hierba o secarla con cítricos, eso seguro que
formará hongos. Dada la calidad de la hierba obtenida de las
semillas de ``pedigrí", los experimentamos con el secado y
la curación, seguro que afectarán al ``bouquet" de la
planta y pueden acabar malogrando el producto final.
Con la oxidación del secado la resina cobra las propiedades
psicotrópicas. El tiempo normal de curación y secado dura entre
seis y diez días, según el sitio en el que se realice y el
grosor de las colas y cogollos. El sitio ideal seria similar al
que se usaría para curar embutidos, o para secar tabaco. la luz
solar y las altas temperaturas destruyen gran parte del THC. Sólo
se podrá empaquetar cuando esté bien seca.
Si se cierra muy hermética es mejor forrar las paredes del pote
con papel para que absorba la poca humedad que se pueda
condensar. Los envasados al vacío son efectivos si se quiere
guardar por periodos prolongados.
Las diferentes calidades dentro de una misma planta vendrían
calificadas de mayor a menor potencia de la siguiente forma:
Cola de la punta principal-colas de las ramas principales-cogollos
de la zona media de la planta-cocollos de la zona inferior-brotes
jóvenes-hojas pequeñas-hojas medianas, y ya como infumables las
grandes hojas y los tallos. Los cogollos se unen a la rama por un
pequeño tallo, por lo que es fácil separarlos uno a uno con unas
tijeras, evitando manipularlos. Se coge la rama y se empiezan a
cortar desde abajo, hasta que se llega a la cola, que es mejor
dejarla entera y no desmenuzarla en los cogollos que la forman.
Los cogollos serán cortados con tijeras y tocándolos lo menos
posible, justo en el momento de ser consumido.
2.1.-
EL CULTIVO INTERIOR.
Si nuestro interés es el cultivo interior, debemos
considerar que las semillas que proceden de plantas de
exterior, aunque sean de buena calidad necesitarían una
adaptación al medio artificial y esto podría llevar generaciones
de semillas
seleccionadas para obtener buenos resultados. Esto lo llevan
haciendo en Holanda con muchos medios y durante años. En la
actualidad cuentan con un amplio catálogo de semillas de calidad
asegurada para todo tipo de cultivos. En el cultivo interior la
genética se mantiene si se crean las condiciones más favorables
y se cruzarán las plantas que mejor se adapten al
microclima creado bajo la luz artificial.
Esta demostrado que la genética de una semilla es el factor más
importante para que el producto final sea de calidad. Una
mala semilla en las mejores condiciones puede dar una gran
planta pero sin resina ni olor. Las semillas deben tener
``pedigrí" o linaje.
La planta tiene dos fases en su vida, el crecimiento
vegetativo y la formación de flores, cosa que ocurre cuando
la planta percibe que la duración del período de luz solar se va
acortando, es decir, que se acerca el otoño.
Cuando el día empieza a ser más corto que la noche, la
planta entrará en periodo de floración sea cual sea el tamaño
que haya alcanzado.
En interiores, se ha descubierto que se puede forzar la
floración manipulando el tiempo de exposición a la luz
artificial, cuando la planta tenga la altura que se desee.
Bajo estas condiciones la madre naturaleza eres tú.
Aquí tienes información sobre un sistema ya probado de
autoabastecimiento, en el que se pueden recoger de tres a cinco
cosechas al año, dependiendo de la complejidad del sistema.
Es mucho más sencillo adaptar una semilla de interior a exterior
que a la inversa .
La luz del sol tiene muchos rayos ultravioleta que quemarían a
una planta crecida bajo luz artificial, si se la
somete a dicho cambio de forma brusca.
Si por el contrario dicho cambio es hecho paulatinamente la
aclimatación será perfecta. Conviene improvisar un
pequeño invernadero con plástico o similar hasta que puedan
soportar la luz directa. Muchos plantadores de exterior
comienzan la plantación en interiores. Hay semillas
aptas tanto para interior como para invernadero.
Adaptar una planta de exterior a interior no vale la pena.
Hay semillas de `pedigrí" aptas para balcones con
buenos resultados. El problema del cultivo exterior es que a
pesar de que se cultiven grandes plantas, estas están
expuestas durante meses al clima y a las plagas, y solo hay
una cosecha por año.
2.2.-
ILUMINACIÓN.
Durante muchos años se han utilizado los fluorescentes para el
crecimiento de plantas sin sol. Después se utilizaron lámparas
de vapor de mercurio, aunque sin grandes mejoras.
Desde la aparición de las lámparas de alta presión: las
de vapor de sodio (HPS) y las de halogenuros metálicos(MH), que
suelen utilizarse en el alumbrado público (autopistas,
parques, estadios, etc. ), las demás se han quedado
anticuadas, aunque los fluorescentes se pueden seguir
utilizando. (son idóneos para ciertas fases del proceso).
Las luces incandescentes y las halógenas, no son de nuestro
interés. No dan el espectro adecuado y si mucho calor y
consumo.
Las del tipo MH, son ideales para crecimiento vegetativo y
son aptas para germinación y clonación (esquejes). Dan una
luz generalmente blanca, existiendo diversos tonos.
Las del tipo HPS, son ideales para floración y aptas para
crecimiento. Suelen dar una luz de color anaranjado,
aunque ya se han obtenido nuevas tonalidades, incluso el
sodio blanco.
Los fluorescentes del tipo cool white (color 33) y los del tipo
gro-luxe, son ideales para clonación y germinación.
Si no hay más remedio, con cualquier lámpara de alta presión
o incluso con un buen montaje de fluorescentes, se
puede realizar todo el ciclo. Las potencias de éstas lámparas
(HP) son de 150, 250, 400 y 1000 W. Las diferencias de
precio entre una de menor potencia y otra de mayor, son mínimas,
en cambio los resultados son muy distintos. No
son recomendables potencias menores a 250 W.
Las lámparas de alta presión llevan balastos muy pesados y deben
estar bien sujetas con cadenas o poleas. Se pueden montar los
balastos aparte, y sólo sujetar la pantalla y la bombilla a una
polea, dado que la luz deberá ir subiendo a medida
que las plantas crezcan. Es imprescindible consultar con un
especialista para saber instalar bien una lámpara de estas
características, si no se tienen conocimientos sobre
electricidad. Conviene esta advertencia, mas por el peligro que
entraña una instalación mal hecha, que por la complejidad
del montaje que no es tal.
Para lograr un rendimiento parecido a una HP a base de
fluorescentes, se requerirá un montaje bastante pesado y de difícil
manejo. Hemos de pensar que un watio de luz de una lámpara de
alta presión da más luz que un watio de luz fluorescente.
Hay soportes con movimiento circular o lateral donde se instalan
una o varias lámparas, logrando doblar el área de plantación,
aunque son costosos.
Las lámparas MH, requieren funcionar en horizontal alterando su
rendimiento las inclinaciones, seria conveniente usar un nivel de
obra. Algunos modelos funcionan en vertical, pero con menor
rendimiento.
Luces recomendadas. :
· Bombilla de sodio SON-T AGRO 400 W de PHILIPS, ideal para
crecimiento y floración.
· Bombilla de sodio SON-T 400 W de PHILIPS, ideal para floración.
Estas dos bombillas, pueden ir montadas en un kit con pantalla y
balastros ideal para un área de 180x60 cm (SGR 200 de
PHILIPS)
· Bombilla de halogenuros metálicos HPI-T 400 W, con kit
(soporte + pantalla + balastros) MGR 300 de PHILIPS.
En caso de usar fluorescentes que no sean los anteriormente
recomendados, debemos pensar que los azules o fríos son más
aptos para crecimiento y los rojos o cálidos son para
floración.
En el sistema que más adelante se explicará, se iluminarán dos
áreas de 180x60 cm. Una de crecimiento, iluminada con una HPI de
400 W. ó con un montaje de cuatro fluorescentes de 120 cm y dos
redondos de 30 cm para los laterales. Y la otra área, iluminada
con una HPS tipo SON-T de 400 W.
Las distancias recomendadas desde la luz hasta las puntas de las
plantas dependen del tipo y la potencia de la lámpara:
usando fluorescentes la distancia se mantendrá entre 5 y 15 cm.
La distancia para una HPS de 400 W. se mantendrá entre 50 y 60
cm.
Algunas especies aguantan menos distancia, pero si las hojas
superiores se doblan hacia arriba, es que, están demasiado cerca
de la luz.
Las necesidades lumínicas de la marihuana, según Rosenthal, son
de entre 1000 y 3000 lumens por pie cuadrado a la distancia
recomendada.
2.3.-
MEDIOS DE CULTIVO.
Los medios de cultivo son lo que comúnmente venimos a llamar
tierra. Desde la tierra que se puede aprovechar de una maceta
vieja hasta la más sofisticada mezcla inorgánica usada en
cultivos hidropónicos en los que el alimento es suministrado de
forma medida en el agua a través de ingeniosos sistemas de riego
automatizado hay un largo camino. En un primer sistema no se querrá
utilizar algo tan complicado, pero tampoco algo de tan pocas
garantías. Todo lo que se use debe estar
esterilizado y no se deben utilizar tierras viejas ó
provenientes del exterior, pues pueden tener plagas, (se puede
hervir la tierra aunque es muy trabajoso). Las mezclas para
plantas de interior que venden empaquetadas suelen estar
esterilizadas. (Debe indicarlo).
Lo ideal es hacerse uno la propia mezcla comprando los materiales
por separado. Podríamos definir tres características básicas de
los materiales a utilizar en una mezcla:
1.NUTRIENTE, que aporte los elementos que la planta necesita para
su desarrollo.
2.RETENTOR DE AGUA, que permita que el agua sea absorbida o se a
adhiera a su superficie
3.AIREADOR DRENADOR, que permita que el agua drene con facilidad y
evite que la mezcla sea muy compacta.
El medio ideal estaría compuesto de una mezcla que combinase bien
los tres elementos.
En cultivos hidropónicos las mezclas usadas son totalmente inorgánicas
y carecen de nutrientes (se suministran por el agua). En cultivos
tradicionales se utilizan materiales orgánicos sin esterilizar.
Aquí se proponen únicamente mezclas
semiorgánicas pero todas con materiales esterilizados, pues
pensamos que es lo más cómodo si no quiere uno introducirse en
el mundo de los cultivos hidropónicos, lo cual es muy
interesante.
Materiales orgánicos:
Substrato vegetal: ``tierra" preparada para plantas de
interior a base de materia vegetal en descomposición. Tiene mucho
alimento y también retiene mucha agua, pues le añaden retentores
de humedad. Por si sola no tiene buena aireación ni
drenaje, pero es un buen nutriente para añadir a la mezcla.
Turba de spagnum: excelente nutriente y retentor. La mayoría de
turbas que se comercializan, son de spagnum, y es uno de los
componentes de los preparados para plantas antes mencionadas.
Humus de lombriz: también conocido como ``vigorhumus", es
literalmente producto de lombrices de tierra. Es un gran nutriente
y un elemento idóneo para una mezcla. No retiene la humedad con
facilidad. Aplicando una labor de humus por encima de la
mezcla mantiene seca la superficie, pues al regar flota y vuelve a
posarse al ser absorbida el agua. Está esterilizado.
Abonos orgánicos: están compuestos de materia orgánica de
origen animal (estiércol) ó vegetal en descomposición. Hay
varios tipos, el ``steer manure", el ``compost", etc.
Son excelentes nutrientes pero no suelen estar esterilizados
(pueden llevar huevos de insectos, esporas o semillas de malas
hierbas). Su olor no es muy agradable y no posee un gran drenaje.
Existen preparados esterilizados de igual origen que nos darán más
garantías. Pueden hacer muy compacta la mezcla si se usan en
exceso.
Materiales inorgánicos:
Muchos de estos materiales fueron ideados como aislantes para la
industria y luego vistas sus características fueron utilizados en
jardinería. Algunos de ellos deben ser manejados en mojado, pues
el polvo que desprenden es nocivo. Ninguno de los materiales
que describiremos a continuación contienen nutrientes.
Perlita: vidrio expandido, forma pequeños gránulos blancos, que
se desmenuzan al presionarlos. Es muy ligera y drena muy
bien el agua aunque permite que una parte de esta se adhiera a su
irregular superficie. Aporta una buena aireación. Es un gran
componente. Manejar mojada.
Vermiculita: mica expandida al calor. Retiene el agua en sus
fibras, en gran cantidad permitiendo a la vez una buena
aireación. Es muy ligera pero no permite un gran drenaje. Es un
aislante térmico y se comercializa en tres tamaños, el más fino
se usa para germinación y clonación como medio principal. Los más
gruesos se usan en las mezclas. Manejar mojada.
Arlita: bolas de arcilla expandida que permiten una gran aireación
y un buen drenaje, aunque retiene algo de humedad. Se utiliza en
las mezclas y como fondo de drenaje.
Lava o piedra volcánica: tiene las mismas características que la
arlita, pero pesa mucho más. Quizás retenga más humedad
pues su superficie es más porosa.
Arena gruesa: de la que se usa en jardinería, para acuarios, o
incluso de la que se usa en construcción, aunque debe ser lavada.
Tiene las mismas características que la vermiculita pero
con mayor drenaje y mucho más peso.
Porespán: Es hidrofóbico por lo que drena y airea
estupendamente. Se puede usar en bolitas ó en trocitos pequeños.
Por su gran ligereza es un buen componente, incluso
como fondo de drenaje.
Espuma: cortada en trocitos pequeños de aproximadamente 1 cm3. Se
puede añadir a las mezclas pues retiene el agua increíblemente a
la vez que airea. No drena y es muy ligera. No conviene que
sobresalga por la superficie pues puede
enmohecerse. Es conveniente que sea sintética pues algunas
espumas (esponjas) se pudren.
Lana de roca (rockwool): también es un aislante termo-acústico.
Es fibra de vidrio de color amarillo. Se utiliza como medio único
en hidropónicos y no suele formar parte de las mezclas. Retiene
el agua y permite buena aireación lo que hace que sea un
buen medio de germinación. El rockwool tiende a basificar el agua
por lo que es conveniente regar con un PH bajo para equilibrar y añadir
al agua el alimento. Es un medio muy práctico si se usa con
conocimiento, y sería un primer paso en el cultivo de
plantas sin tierra. Debe manejarse mojado y es reciclable. Se usa
en bloques o desmenuzado y en recipientes. Existe el libro
``Rockwool Gardening" de V. Patten, y también se puede
obtener una información más aplicada a nuestro cultivo y
que habla de más medios en el libro ``Marijuana hidroponics"
de D. Storm.
Las mezclas propuestas a continuación llevan entre un 40-50% de
materia orgánica y un 50-60% de inorgánica, evitando tener que
abonar en las primeras semanas. Los materiales inorgánicos son
reciclables, e incluso las mezclas si se las limpia de raíces
y se les añade nueva materia orgánica.
3 PARTES DE (humus de lombriz, turba y/o substrato)a elegir o
combinar.
2 PARTES DE (perlita, arlita, lava y/o porespan)
1 PARTE DE (vermiculita, arena y/o trozos de esponja) Es muy
conveniente añadir una taza de polvo de dolomita (carbonato
de calcio y magnesio) por cada 10 litros de mezcla, ayuda a
estabilizar el PH y aporta magnesio de forma lenta,
cosa que conviene para el desarrollo de la planta. Si no se
dispone de dolomita, se pueden añadir sales de magnesio.
Otras mezclas podrían ser: turba-perlita o turba-arlita al 50%,
se podría usar humus en vez de turba o combinar los cuatro a
partes iguales. En definitiva toda mezcla tiene que cumplir las
cualidades antes mencionadas, variándolas ligeramente en función
de lo asiduo que se quiera regar o del tamaño de los
recipientes.
RECIPIENTES.
Hemos de pensar que en la naturaleza las plantas no tienen limite
al crecimiento de sus raíces. En interiores debemos
cultivar en recipientes, lo cual limitará el crecimiento de las
mismas. Podríamos establecer un mínimo cubicaje de los
recipientes para poder soportar todo el ciclo sin necesidad de
transplantes, cosa que traumatiza a la planta y alarga el proceso.
Podemos decir que el mínimo contenido de una maceta debe ser de 6
litros, y si utilizamos macetas de más de 12 litros nos quitarán
espacio para poder cultivar el número de plantas ideal en el área
disponible. Dentro de estos límites usaremos los recipientes de
mayor contenido posible, lo que dará una mayor cosecha. Los
recipientes más grandes darán las mejores plantas, si plantamos
dos clones de una misma planta madre en dos recipientes de
diferente tamaño y les damos los mismos
cuidados, el que crezca en el mayor de los recipientes será mucho
más desarrollado y con cogollos más grandes. Macetas de entre 25
y 35 cm. de diámetro o lado y de altura similar nos irán bien
para nuestros propósitos.
Nos conviene manejar materiales ligeros, pues las plantas se deben
girar sobre si mismas periódicamente para obtener un crecimiento
uniforme e incluso cambiarlas de lugar. Por tanto los recipientes
de plástico irán mejor que las viejas macetas de barro.
Asimismo, cada planta necesita un recipiente individual(min.
6 l. x planta), por lo que las jardineras no nos serán muy
prácticas.
Las macetas deben estar en una cubeta común, tipo de las que se
usan para el revelado fotográfico, o de jardinería, o
confeccionada con hule grueso. También se utilizan piscinas
inflables para niños. La cubeta permite que la planta pueda
reutilizar luego el agua que drena por los agujeros de la
base de la maceta, si esta es común a todas las plantas, el agua
que le sobre a una puede necesitarla otra. Si no tienes nada más
usa platos individuales, o cubetas más pequeñas que quepan
varias plantas. Es conveniente que la mezcla (tierra) no
toque directamente al agua que se deposita en la cubeta, por lo
que se debe poner un fondo de drenaje en la base de la maceta
antes de introducir la mezcla. El drenaje evitará dicho
contacto y evitará perder medio. Hay sistemas en que las
macetas son elevadas unos centímetros mediante soportes por
encima del nivel de agua, esta es succionada a través de
gruesas cuerdas de nylon que se introducen en el medio por los
agujeros de drenaje, (siempre conviene dejar algún
agujero libre). Este sistema permitirá dejar agua en la
cubeta y las plantas la succionan según sus necesidades, lo que
permite regar con menos asiduidad. Si la luz llega al
agua estancada en la cubeta se formarán algas no deseadas,
evítalo tapando los huecos que queden entre los recipientes. Este
sistema de ``mecha" es similar al utilizado en las macetas
auto-riego de venta en los ``garden center", con la
diferencia que el depósito (cubeta), es común, en cambio este
tipo de macetas, aunque pueden dar un excelente resultado requerirán
un control más individualizado.
La mecha se puede introducir por los agujeros de la base de la
maceta siempre que quede alguno libre, o se pueden practicar
nuevos agujeros para tal fin cerca de la base.
El medio se debe humedecer gracias a la succión de la mecha, si
al cabo de un rato el agua no llega a la superficie, significa que
la succión no es suficiente, por lo que la mecha deberá llegar más
arriba o hacen falta más mechas, o el medio no es
suficientemente poroso para utilizarlo con este sistema. En caso
de que se moje demasiado(cosa no conveniente pues las plantas
deben pasar periodos secos), o sobran mechas, o llegan muy arriba
o el medio no tiene suficiente capacidad de
drenaje. Lo difícil es encontrar el punto entre la porosidad del
medio y la cantidad de mecha, pero una vez encontrado es un
sistema muy cómodo. Aunque se utilice un soporte y el medio no
toque directamente el agua es conveniente poner un poco
de medio de drenaje en el fondo del recipiente para evitar que se
escape la ``tierra" por los agujeros libres. Si la base
de drenaje es muy grande se podrían apoyar las macetas
directamente en la cubeta sin necesidad de soportes, e incluso sin
necesidad de mechas si el medio es lo suficientemente poroso, pues
las raíces penetrarían en dicho drenaje y succionarían el
agua directamente obteniendo parecidos resultados al sistema con
soportes. Las mechas serán convenientes si se
desea un riego menos frecuente. El grosor del drenaje determinará
el nivel máximo de agua.
En ambos sistemas no se debe dejar el agua en la cubeta durante
periodos prolongados, pues se pueden pudrir las bases
de los tallos si la superficie de la tierra permanece mojada
constantemente. Los primeros sintamos serán la aparición de
hongos en la base del tallo, se retirarán con un pincel y se
aplicará una labor superficial de medio seco, , sobretodo
alrededor del tallo. Lógicamente deberá regarse menos asiduo o
usar un medio menos poroso. La comodidad de la automatización
puede conllevar grandes desastres si esta falla. No hay nada como
un control continuado para poder salvar cualquier problema a
tiempo.
Supervisar bien el funcionamiento del sistema los primeros días
nunca estará de más. Las raíces suelen salir por los agujeros
de drenaje succionando directamente.
No conviene que les llegue luz pues se volverían marrones.
2.4.-
EL ESPACIO Y LAS CONDICIONES AMBIENTALES.
Es importante conocer las condiciones climatológicas que queremos
crear a la hora de escoger la ubicación idónea para el montaje.
Las plantas de cannabis son capaces de soportar temperaturas de
entre 10 y 40 grados centígrados,
deteniéndose el crecimiento en dichos límites. La temperatura
deberá mantenerse entre 17 y 30 grados siendo 24 grados la idónea.
Lógicamente la temperatura desciende durante el periodo oscuro.
Con temperaturas muy altas las plantas
gastan mucha de su energía en disipar el calor y las temperaturas
muy bajas pueden llegar a matarlas. La marihuana es capaz de
absorber una cantidad de anhídrido carbónico(CO2)del aire,
en una concentración mucho mayor a la que se encuentra
en la atmósfera. El aire contiene un 0.003% de CO2 y las plantas
experimentan un aumento del crecimiento de casi el doble bajo
concentraciones de CO2 del 0.015%. Existen sistemas a la venta
para aumentar el nivel de CO2 en el montaje.
Hay un libro sobre el tema aplicado a este tipo de cultivos: (CO2,
Temperature and Humidity" by D. Gold. ). Aplicando
estas técnicas se acorta el proceso y se obtiene mayor producción,
aunque debe estar muy bien regulado pues al ser más
rápido el crecimiento necesita una supervisión más continuada.
Aunque el CO2 es incoloro, inodoro y no es inflamable, puede ser
peligroso rebasar los límites establecidos. De todas formas se
puede lograr un gran resultado sin necesidad de tanta sofisticación.
El simple aporte de aire fresco del
exterior(filtrado, por supuesto)nos aportará el CO2 necesario. El
aire debe ser movido mediante un ventilador en el interior del
sistema, para asegurar que el aire fresco llega a todo el jardín.
El sistema necesitará de una entrada de aire, que puede venir del
exterior mediante succión y filtrado, o desde la misma estancia
donde se instale el montaje si esta es suficientemente amplia y
ventilada. Será necesaria una salida de dicho aire mediante un
extractor al exterior, o a un segundo montaje y de este otra al
exterior.
Resumiendo, se precisa una entrada filtrada con o sin extractor,
una salida con extractor y un ventilador en la parte superior del
interior del montaje para que dicho aire circule, conviene que las
plantas se muevan ligeramente. Los ventiladores
funcionarán cuando la luz funcione, aunque se pueden programar
mediante temporizadores. Desde luego así no aumentaremos el
porcentaje de CO2 en el sistema, pero evitaremos que
descienda. Las estufas y calentadores de gas aumentan la
concentración de CO2 en el ambiente, aunque pueden causar
problemas con la temperatura(debemos pensar que las lámparas darán
calor). Las visitas al jardín serán agradecidas por las
plantas pues nuestra respiración aumentará el nivel de anhídrido
carbónico del ambiente.
Las plantas desprenden olor, sobretodo en ciertas fases del
proceso. Si esto pudiese ser un problema, se aconseja el uso de
ionizadores de aire. La humedad del ambiente conviene
mantenerla entre el 40 y el 60%, el uso de un
termometro-higrometro con máximas y mínimas del día seria
aconsejable. Las medidas del sistema dependen en parte de la
potencia de la luz, aunque hemos de pensar que las plantas
medirán aproximadamente un metro de alto, más la altura de
la maceta, más la distancia entre la luz y las plantas y el
grosor de la luz con las cadenas y anclaje, será necesaria una
altura de por los menos dos metros. Si no se dispone de tanta
altura se pueden forzar las plantas a floración antes y en mayor
número cosechando así una legión de ``bonsáis" o doblar
puntas.
El área aquí recomendada es de 180x60, aproximadamente 1 metro
cuadrado. Si se hacen dos montajes simultáneos, uno de
crecimiento y otro de floración, requerirá mayor altura
este último. Es necesario que los montajes sean estancos a la
luz, sobretodo en la fase de floración, donde interesa que
durante la ``noche", la oscuridad sea total. Asimismo
se aconseja que dichas paredes sean refractantes en su
interior, y que el material del que estén hechas colabore a crear
las condiciones
climáticas ideales. Si nuestro problema es el frío paredes
forradas de porexpan nos conservarán la temperatura a la
vez que refractarán la luz. Y si nuestro problema es de exceso de
temperatura, se pueden usar planchas de metal. Una pared de piedra
simplemente se pintará de blanco, el color blanco es un gran
refractante.
Podríamos decir que el sitio ideal seria un sótano pues suelen
tener un clima similar durante todo el año, pero puede ser
instalado en cualquier habitación, armario, altillo, etc. Es
mejor que esté alejado de jardines o cualquier tipo de vegetación
pues puede traernos plagas muy problemáticas. La limpieza de
manos y cambio de ropa no está de más si se ha trabajado en un
huerto o jardín, o si se viene del campo. Asimismo no es
aconsejable introducir en el montaje plantas provenientes
del exterior o de otros montajes que puedan tener algún parásito.
Lo ideal es no cultivar más que lo que allí germine.
2.5.-
PROCEDIMIENTO DE CULTIVO.
Una vez familiarizados con los materiales y el espacio pasaremos a
explicar de que forma se cultiva marihuana en interiores. El
sistema ha sido perfeccionado desde los años 70 en que se empezó
a cultivar con fluorescentes tanto en América como en Amsterdam.
Cabe destacar el trabajo realizado desde entonces a gente como Ed
Rosenthal y Jorge Cervantes como las dos grandes
celebridades del tema en E. E. U. U, y su actual contacto y
colaboración con los maestros holandeses. Para una información
más ampliada se pueden consultar los libros ``Indoor Marijuana
Horticulture"por J.Cervantes en su última edición revisada
y ``Closet Cultivator" por E. Rosenthal (no confundir esta última
publicación de 1992 con el ``Manual para el cultivo de la
marihuana" del mismo autor del año 1973 que fue traducido al
castellano, estando éste como el mismo autor reconoce
posteriormente totalmente obsoleto en lo que al sistema de cosecha
se refiere, aunque fue un gran primer paso).
En interiores, las plantas son sometidas a un régimen de luz de
un mínimo de 18 horas durante el periodo de crecimiento, aunque
algunos cultivadores sostienen que durante esta fase las plantas
no necesitan descanso, mientras tengan suficiente
aporte de agua y luz, por lo que las someten a un régimen
continuo de 24 horas de luz. La diferencia entre los dos regímenes
estriba en la duración de la fase de crecimiento (horas de luz =
crecimiento). Si es necesario por algún motivo tener las
luces apagadas en algún momento del día, es mejor darles 18
horas de luz, nunca menos. Si no hay ningún inconveniente es
mejor usar el sistema de régimen continuo (24 horas de luz), las
lámparas lo agradecen, pues los sucesivos
encendidos y apagados les acortan la vida. (es conveniente
esperara una media hora si se quiere volver a encender una lámpara
de alta presión tras un apagado o una desconexión). El régimen
elegido será constante.
Podemos provocar la floración cuando lo deseemos, con el simple
procedimiento de acortar el periodo diurno a 12 horas. Las 12
horas de noche forzarán a la planta a florecer, es importante que
la oscuridad sea total, polución de luz en esos
momentos puede evitar que los cogollos se desarrollen
correctamente. (El uso de temporizadores es obligado pues
los periodos deben ser exactos. )
Dado que las luces no penetran con la potencia deseada mucho más
de 60-80 cm a partir de la distancia de seguridad, no conviene
dejar crecer vegetativamente mucho las plantas, pues durante
la floración pueden llegar a doblar su tamaño y
exceder las medidas que deseamos. (La marihuana en la naturaleza
suele medir entre 1'5 y 3 metros según especies).
De alguna manera estamos creando ``bonsais" de marihuana a
medida. Las alturas recomendadas para iniciar el proceso de
floración (12 horas día/12 horas noche), las limitaremos entre
un mínimo de o de 20 cm. y un máximo de 38 cm. Según la
altura de nuestro sistema y la potencia de las lámparas
buscaremos la altura ideal entre dichos límites para nuestras
necesidades. Si cultivamos especies diferentes puede que requieran
ser llevadas a floración a alturas distintas. No conviene mucho
que las plantas rebasen el metro y medio, en la madurez medirán
entre 60 cm. y 1 metro. Si alguna se dispara se le puede
doblar la punta con un alambre o un hilo.
Se puede dominar a voluntad la dirección del crecimiento de una
planta. La punta contiene un inhibidor que evita que las ramas
laterales superen la altura de la punta, está dará el cogollo más
grande y potente. Con el simple hecho de cortar o doblar la
punta, se neutraliza ese inhibidor y las ramas laterales pugnan
por ser la más alta, con lo que la planta crece más ancha y
ramificada, se recomienda más doblar la planta desde casi la
mitad, antes que cortarla. Las plantas que se espiguen se irán
colocando en los laterales del sistema para que no hagan sombra a
otras mas bajas.
El método empleado será el conocido como ``sinsemilla" o
``sensi", (palabra americana que procede de nuestro
idioma). Con dicho método podremos recolectar grandes
cogollos resinosos y libres de semillas. (si se desean se pueden
producir en pocas cantidades según vendrá explicado)
La marihuana tiene dos sexos y en ocasiones aparecen plantas
hermafroditas. La mayor concentración de THC se encuentra en los
cogollos que forman las plantas hembras. Los machos apenas si
contienen dicha substancia por lo que no interesa su cultivo (si
se cultiva uno excepcionalmente es por la necesidad de producir
semillas). Las hermafroditas en principio tampoco serán de
nuestro interés. (ver hermafroditismo). Los machos producen polen
(que no contiene THC apreciable), que insemina las flores de
las hembras formando semillas, si la hembra es
totalmente polinizada deja de formar flores para desarrollar las
semillas con lo que los cogollos serán mas pequeños y
rellenos de multitud de semillas.
Por el contrario si apartamos los machos del sistema al principio
de la floración, las hembras desarrollan grandes sumisiones
florales (cogollos)en un intento de captar el inexistente polen,
al final acaban madurando ``vírgenes" y dando una cosecha de
autentica ``sinsemilla" que en contra de lo que algunos
creen, es un sistema de cultivo, no un tipo de marihuana. El
primer paso será lograr que la semilla germine cosa no siempre fácil.
2.6.-
SISTEMA DE DOS MONTAJES SIMPLES PARALELOS.
Dos plantadores disponen de dos sistemas idénticos. Dicho sistema
consta de un área de 180x60 cm. (aprox. 1m2)
iluminada con una lámpara de sodio de 400W. tipo SON-T AGRO de
Philips, apta para todo el proceso. El plantador A, inicia el
proceso de crecimiento hasta que las plantas están a punto de
clonar y pasar a floración. El plantador A hace clones, se
los pasa al plantador B, y pasa a floración. El plantador B hace
enraizar los clones con un par de fluorescentes y los
hace crecer en su sistema. Para cuando llegue el momento de clonar
y pasar a floración, el plantador A estará listo para recoger y
hacer enraizar los clones que le pasa el B antes de iniciar
la floración. Así indefinidamente.
El montaje de dos tubos fluorescentes de 120 cm. puede ser
compartido ya que nunca lo usarán simultáneamente.
SISTEMA CONTINUO DE MONTAJE TRIPLE.
Este sistema seria el ideal pues nos proporcionaría de cuatro a
seis cosechas al año. El sistema consta de tres zonas:
A). Zona de clonación-germinación. Área de 120x40-60 cm. Se
iluminará con un montaje de dos a cuatro tubos de 120 cm. de
color 33. Altura mínima 50 cm.
B). Zona de crecimiento vegetativo. Área de 180x60 cm. Se
iluminará con una lámpara de alta presión de 400W. Recomendamos
una HPI-T de Philips montada en una MGR 300. También de Philips y
especial para invernaderos. Altura mínima 1-1. 5 metros según
grosor lámpara.
C). Zona de floración. Área de 180x60 cm. Se iluminará con una
lámpara de sodio de alta presión (HPS) de 400W. Recomendamos una
SON-T montada en una SGR 200 de Philips. Altura mínima 2
metros.
Un montaje de seis fluorescentes de 120 cm. también seria apto
para la zona B, aunque el rendimiento seria menor. Las zonas B y
C, podrían ser iluminadas con una SON-T AGRO cada una, pues
este tipo de lámpara es apta para todo el ciclo.
Algunos plantadores doblan la fuente de luz en la zona de floración
asegurando un mayor tamaño de los cogollos, y con ello una mayor
cosecha. (Aunque también un mayor consumo de electricidad
que encarece el producto). Para que el sistema sea continuo
suponemos que ya se dispone de clones hembras que se habrán hecho
enraizar en la zona A. Una vez las raíces asoman se
transplantan a los tiestos definitivos (1416) y se pasan a la zona
B. Allí crecerán hasta que tengan la altura
de 30-35 cm. entonces se extraen clones (es conveniente sacar más
de los necesarios por si hay bajas), y se enraízan en la
zona A. Las plantas ya crecidas se dejan unos días más en la
zona B para que se recuperen del trauma de haber sido
cortadas, y se pasan a la zona C para que florezcan y finalicen el
ciclo, momento en que los clones ya habrán crecido y estarán
listos para ser esquejados y pasados a floración. La duración
de cada cosecha dura lo que dura el proceso de floración.
Si las plantas que están floreciendo aún no han madurado y los
clones que crecen en la zona B ya han alcanzado la altura,
deberemos doblarlos en espera de que las plantas maduren.
3.1.-
EL AGUA DE RIEGO.
La marihuana necesita un gran aporte de agua durante todo el
proceso, sobre todo durante el crecimiento vegetativo.
El agua utilizada en el riego deberá ser agua del grifo o agua
corriente, no se debe utilizar agua embotellada para el
consumo humano debido a su gran dureza y excesiva mineralización.
Aunque no está demostrado que la clorina (que se encuentra en el
agua del grifo) afecte negativamente al crecimiento de la
marihuana, si que puede hacerlo un alto contenido de sal. No es
mala idea dejar reposar el agua durante un día, cosa habitual en
jardinería.
El PH del agua debe ser neutro(ligeramente ácido). Podríamos
establecer como límites aceptables un PH entre 6. 5 y 7. 2. (El
PH tiene una escala de 1 a 12, siendo 7 el PH neutro, 1 el más
ácido y 12 el más básico o alcalino). Es muy importante la
medición periódica del PH del agua y del medio (mezcla un poco
de medio con el agua y mide el PH de la solución), realmente un
PH inadecuado puede alterar el buen desarrollo de las
plantas. Existen varias formas de medir el PH: medidores electrónicos
digitales, reactivos líquidos o el clásico papel tornasol. (No
mide decimales).
Un PH excesivamente ácido se puede corregir añadiendo cal
hidratada o bicarbonato. Un PH excesivamente básico se corrige añadiendo
ácido nítrico o simplemente vinagre o limón.
La temperatura del agua de riego deberá oscilar entre los 21
grados centígrados, las plantas agradecen el agua tibia.
La cantidad de agua depende de varios factores: El tamaño del
recipiente, una maceta grande requerirá menos riegos que
una pequeña. El tamaño de la planta, las plantas grandes
necesitan un gran aporte de agua. A pesar de que cuando
``beben" lo hacen en cantidades
considerables(parte del agua se evapora por el calor del
ambiente), las plantas deben pasar cortos periodos ``secos"
entre riego y riego, sólo se dejará secar la primera capa de
medio. Si la superficie está mojada o
queda agua en la cubeta, no conviene dar un segundo riego. Las
plantas empalidecen y se acaban pudriendo si el riego es excesivo,
si por el contrario el riego es insuficiente se secarán algunas
hojas inferiores, si el agua no llega la planta
dejará caer sus hojas como si estuviese fatigada, puede ser un
momento critico si no se le suministra agua con rapidez. Convendría
disolver un poquito de jabón en el agua para asegurar una
mayor absorción, incluso pulverizarla con dicha agua.
Aunque se salve la planta perderá muchas hojas que le hubieran
permitido captar la energía necesaria para un correcto
desarrollo. Cualquier trauma o shock que pueda recibir una planta
le requerirá un tiempo hasta volver a recobrar el vigor lo
que retrasará el proceso entero. Durante el desarrollo vegetativo
de una planta. Siempre se seca alguna hoja grande que otra de la
parte inferior, bien sea por una pequeña crisis de sed o por que
el crecimiento de las ramas superiores le impide
que reciba luz. Es desaconsejable pulverizar agua sobre las
plantas, a no ser que ocasionalmente se quieran limpiar, nunca se
debe pulverizar ni usar sprays de ningún tipo sobre plantas en
floración, tendría que ser un caso extremo. La marihuana se debe
regar alrededor del tallo directamente en la maceta, si es posible
con una regadera o un caño muy fino para no agujerear el medio y
destapar las raíces. Regar hasta que el agua drene en la cubeta,
o directamente en la misma cubeta si se usa un sistema de
succión por mecha o similar.
En la actualidad existen sistemas auto-riego muy eficaces y se
comercializan para los riegos de jardines en periodos
vacacionales. Son muy prácticos pero presentan el problema que el
agua no reposa pues el programador de riegos va conectado
directamente al grifo.
3.2.-
LOS NUTRIENTES.
Las plantas para su crecimiento necesitan el aporte de una
larga lista de elementos químicos para su desarrollo. Estos se
dividen en tres grupos, los elementos primarios, los secundarios y
los oligoelementos o microelementos.
Los elementos primarios son el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y
el Potasio (K). Siempre vienen enunciados por este orden
<N-P-K>. Son los que las plantas consumen en mayor
cantidad.
Los secundarios son el Magnesio (Mg) y el Calcio (Ca), presentes
en la dolomita.
Los microelementos son consumidos en cantidades muy pequeñas y
son los siguientes: Hierro (Fe), Azufre (S), Manganeso (Mn), Boro
(B), Molibdeno (Mb), Zinc (Zn) y Cobre (Cu).
El primero de los elementos primarios es el Nitrógeno. Es el más
importante, habilita a la planta a crear las proteínas esenciales
para crear nuevo tejido e interviene en la producción de
clorofila. Está directamente relacionado con la altura,
vigor y crecimiento en general. Es vital sobretodo durante la fase
de crecimiento vegetativo en cantidades considerables y en
menor cantidad durante el principio de la floración.
Algunos plantadores cortan el suministro de nitrógeno
durante las últimas semanas de la floración, sostienen que
aumenta la producción de resina. Sin asegurar esto, si podemos
decir que el porcentaje de N en el fertilizante que se use en la
fase de floración debe ser el más bajo, o menor que el
segundo elemento, el fósforo.
El Fósforo es el segundo de los elementos primarios, y es vital
para la fotosíntesis. Se le relaciona con la producción de
flores, resina y semillas (si las hubiere). El cannabis
necesita un gran aporte P durante las fases de germinación,
clonación y sobretodo en la fase de floración.
El tercero de ellos es el Potasio. Se ve asociado en la creación
y transporte de azúcar y almidón, así como al aumento de
clorofila en las hojas dando más verdor.
Ayuda a regular las aperturas de las ``Stomata", unas
diminutas glándulas situadas en el contorno de las hojas
responsables de la transpiración de las plantas y otras
funciones vitales. El potasio también es necesario para el buen
desarrollo de las
raíces y resistencia de la planta contra enfermedades y ataques
de plagas. Este elemento es usado durante todo el ciclo.
Los elementos secundarios Mg y Ca: El magnesio es el átomo
central de la molécula de clorofila y es esencial en la absorción
de la luz. También ayuda en la absorción de otros
nutrientes, estabilizando el medio de ácidos o sales tóxicas que
se puedan depositar. El Calcio es fundamental en la creación de
nuevo tejido, por tanto necesario para un buen desarrollo.
El mejor aporte de Mg y Ca es la dolomita, mezclada previamente en
el medio y/o disuelta en el riego. Al ser de asimilación lenta,
es difícil pasarse con la dosis, no parece que afecte el exceso
de dolomita, quizás por su lenta absorción o por lo
bien que mantiene el PH. La dosis aproximada, sería una taza de
café por cada 8-10 litros de medio, y si viene en forma de
polvillo fino se puede disolver una cucharada en 5 litros.
La dolomita es muy recomendable, si no se dispone de ella
se pueden usar sales de magnesio de las que venden en la farmacia
y añadirlas en algunos riegos. Previene la clorosis
(enfermedad de las plantas).
De los oligoelementos o micronutrientes, el más importante es el
hierro, este se administra en forma de quelatos y su carencia o su
no-asimilación por un Ph inadecuado es la causante de la clorosis
férrica, las hojas superiores y los brotes jóvenes
amarillean siendo visibles los capilares de las hojas que
permanecen verdes. Los fertilizantes cuando contienen
micronutrientes lo especifican, si no fuera así, se deben
administrar por separado.
Los abonos y fertilizantes en general, sean de origen químico
(industrial) u orgánico (natural), llevan marcados tres números
indicando los porcentajes de los tres elementos primarios por el
siguiente orden establecido: N-P-K, Nitrógeno, Fósforo y
Potasio.
Un ejemplo seria: <15-30-15> 0 <2. 4-1. 7-1. 9>.
En el primer ejemplo los números son altos lo que indica que se
deberá disolver poca cantidad de producto para obtener la dosis
justa.
En el segundo ejemplo los elementos se encuentran más diluidos,
por lo que la cantidad de producto a diluir será mayor en
proporción al primer ejemplo. Lo que realmente interesa es la
proporción de un elemento con respecto al otro, así vemos
que la cantidad de nitrógeno es la mitad que la de fósforo en el
primer ejemplo <15-30-15>, y mayor en el segundo <2. 4-1.
7-1. 9>.
Los abonos para la fase de crecimiento deben tener un alto
contenido en nitrógeno, o lo que es lo mismo un primer número
mayor que el segundo. Suelen venir comercializados como abonos
para planta verde. El tercer número, el potasio,
siempre tiene que estar presente en una proporción considerable.
Los aptos para floración llevan más fósforo que nitrógeno, o
sea, un segundo número mayor que el primero.
La dolomita aportará los elementos secundarios y muchos abonos
orgánicos llevan oligoelelmentos, en caso contrario se pueden añadir
quelatos a la mezcla.
Los abonos pueden ser de absorción lenta o rápida, y vienen en
distintas formas: solubles en el agua de riego, mezclables en la
tierra, de aplicación superficial o de aplicación foliar
mediante un pulverizador. También existen bastoncillos que se
entierran y se consumen lentamente. En todos debe venir
especificado su contenido en nutrientes. Algunos cultivadores usan
un mismo fertilizante para todo el ciclo con igual número de N, P
y K, por ejem. <20-20-20>.
Los que son solubles en agua son de rápida absorción y las dosis
recomendadas suelen superar las aquí recomendadas. Dado que no
hay nada más irremediable que una sobrefertilización, es muy
recomendable regar si es preciso más a menudo con dosis muy
diluidas (un tercio o un cuarto de la dosis indicada), que hacerlo
de manera más concentrada y menos asiduo. En principio no se
recomienda abonar más de una vez a la semana. Recordemos que el
exceso de abono es irreversible y
la carencia de uno o más elementos se puede corregir. La mayoría
de los materiales orgánicos mencionados como parte de la mezcla
para el medio de plantación son abonos de lenta asimilación y
trabajar con ellos es aconsejable pues es difícil
sobrefertilizar. Suelen ser ricos en nitrógeno y serán un primer
soporte para la primera fase del crecimiento, con lo que el primer
abonado ya vendrá cuando las plantas tengan cierta altura. Medios
muy bien preparados con buena turba y humus de lombriz aseguran un
aporte que nos puede evitar abonar hasta casi el final de la fase
de crecimiento vegetativo.
La última semana antes de recoger, o incluso antes, se debe dejar
de abonar para evitar que los productos químicos que se hayan
podido depositar afecten al sabor de la maria.
Se debe encontrar el fertilizante adecuado al sistema empleado.
Aquí recomendaremos los de lenta absorción, pues son más
seguros. Se pueden ir aplicando labores superficiales de humus o
turba durante todo el proceso, con los sucesivos riegos irá
penetrando en el medio. Cuanto más pequeños sean los recipientes
más rápido será preciso el riego y el abonado y más riesgo de
sobrefertilizar o de que la planta pase sed.
Un pequeño exceso de abono provoca que se quemen las puntas de
las hojas, adquiriendo estas primero un verde muy intenso,
para luego ir desmejorando y prácticamente quemándose algunas de
ellas parcial o totalmente. Si la
sobrefertilización es severa, la planta entera se quemará, curvándose
las hojas hacia adentro. Una sobrefertilización ligera puede
remediarse en parte, aclarando la planta bajo un grifo y dejando
correr el agua que vaya drenando un buen rato.
Seria una forma de lavar la tierra de las sales tóxicas que se
forman al no poder ser absorbido el fertilizante allí
acumulado. Los químicos son los más propensos a ello.
De todas formas hace falta hacer un diagnóstico para saber el
porqué de el mal aspecto de una planta, otras cosas como
falta de aire o de luz, o alguna plaga no fácil de detectar a
simple vista pudieran ser la causa.
3.3.-
PLAGAS.
La mejor forma de prevenir desastres es mediante la higiene. Se
deben seguir los siguientes consejos:
·No sacar plantas al exterior (balcones o jardines), si no es
para hacerlo de forma definitiva. En ese caso no se hará de forma
directa, deben aclimatarse poco a poco para que la luz solar no
las queme.
·No aceptar plantas provenientes del exterior o de otros
``indoor" que no sean de absoluta confianza. Siempre que se
vaya al campo o se haya estado en contacto con plantas de exterior
o trabajando en jardines, uno debe cambiarse la ropa y
lavarse las manos antes de acceder al montaje.
·Se deben evitar los excesos de calor y sequedad (+ de 32oC y -
de 40% de humedad), dado que favorecen las plagas.
·Se deben examinar periódicamente las plantas para detectar la
presencia de plagas o enfermedades.
·Evitar instalar el montaje en cobertizos de jardines o cerca de
balcones que puedan traernos plagas del exterior. Cuanta más
lejos de la naturaleza se encuentre ubicado el ``indoor",
menos precauciones tendremos que tomar al respecto.
·Las principales plagas son: la araña roja y la mosca blanca.
También hay limacos (babosas), orugas y pulgones, aunque no son
comunes en interiores. Dichas plagas atacan a todas las plantas y
hay infinidad de productos de venta en los ``gardens".
Allí se puede informar uno sobre su uso. Utilizar los destinados
a productos agrícolas respetando el margen de seguridad
recomendado. Este margen suele ser de veintiún días, por lo que
es muy desaconsejable usar esprays químicos en el
proceso de floración. Si las plantas afectadas son pocas, deben
ser retiradas del sistema y tratadas aparte.
·La araña roja, es un ácaro diminuto del tamaño de un punto.
Son de color rojo, marrón o negro según la variedad. Viven en el
envés de las hojas llegando a formar colonias muy numerosas.
Ponen sus huevos y tejen sus telas entre las venas del envés de
la hoja, a los adultos se les puede encontrar también encima,
dado que se mueven aunque con lentitud. Succionan el jugo de
la hoja dejando una marca a modo de puntillo amarillento. Dichos
puntillos en las hojas son la evidencia de la presencia de araña
roja o de mosca blanca. Las arañas empiezan atacando las grandes
hojas inferiores, retira las hojas atacadas y mata los individuos
visibles con un algodón mojado en alcohol o con los dedos.
Seguidamente pulveriza la planta con agua, la humedad les molesta,
y luego aplica un spray tipo ``hogar y plantas",
siempre desde abajo, ladeando la maceta para que el spray llegue
al envés de las hojas. Repite la operación al cabo de una
semana. Las arañas pasarán de una planta a la otra, si las
plantas se tocan.
·La mosca blanca actúa de forma parecida a la araña, y las
huellas que deja sobre las hojas, son similares. Estas
vuelan formando una nube de puntillos blancos que vuelan al agitar
la planta. Es más difícil de erradicar y más fácil de
extenderse.
·Diversas especies de marihuana presentan resistencia frente a
las plagas de araña roja y mosca blanca, y parece que la
plaga no puede con la planta, y no llega a causar grandes
estragos. A veces, algunas plantas se ven atacadas y otras no. Los
insecticidas verdes que contienen piretrinas, ``hogar y
plantas", parecen actuar bien sin demasiado peligro para
nuestra salud. Se debe tener mucho cuidado con las hormigas, pues
son las portadoras de pulgones y otras plagas que usan como si de
ganado se tratase. Si la afección se produce al final del ciclo,
es mejor no tomar grandes medidas que puedan resultar peores
que el mal que pueda hacer ya la propia plaga.
·Las orugas se comen los brotes y los cogollos y se eliminan
mediante una bacteria inofensiva para el hombre, que se suministra
a través del riego y se encuentra en el mercado. Consulta al
garden.
·Los hongos serán retirados con un pincel como se ha explicado
anteriormente. Si son numerosos y atacan a las hojas, se
pulverizará con fungicidas y se remediará la excesiva humedad
ambiente.
A continuación daremos una receta de un insecticida casero y ecológico
de fatal olor, pero de eficaces resultados:
Vaciar el contenido de dos paquetes de tabaco en un litro de agua,
añadir un diente de ajo y una cebolla (el diente de ajo y la
cebolla son opcionales pero aconsejables). Dejar la mezcla
en un recipiente de vidrio abierto al sol, durante un par de
días. Transcurrido este periodo, colar la mezcla y añadir una
cucharada de jabón para vajillas biodegradable. Pulverizar las
plantas una vez a la semana durante un mes. Al día
siguiente de cada tres.
Otra fórmula casera de mejor olor es la siguiente:
Agua con un 5% de alcohol etílico (96), unas gotas de lejía
biodegradable (10 x litro) y una cucharada por litro
de jabón también biodegradable. Esta fórmula no debe ser
usada sobre cogollos ya formados, pues el alcohol disuelve la
resina mientras que el agua no. Si se
siguen correctamente las normas básicas de higiene y
prevención, es difícil que una plaga acceda a un ``indoor"
bien ubicado. |